El libro que transformó una nación
A los ocho años, Josías asumió el trono de Jerusalén y gobernó con integridad siguiendo los pasos de su antepasado David. En el año dieciocho de su reinado, decidió restaurar el Templo del Señor, ordenando la recolección de fondos y su entrega a los trabajadores. Durante estos trabajos, el sumo sacerdote Jilquías descubrió el libro de la Ley, que había estado olvidado. Al leer sus palabras, Josías comprendió que el pueblo había desobedecido las instrucciones divinas, lo que lo llevó a consultar al Señor para buscar una solución y guiar a su nación de vuelta al camino correcto.